El modelo con el que me hice estaba bastante guarrongo, pero parecía completo. Lo desmonté, limpié a fondo (además de las típicas pelusas, había hasta piedrecillas por ahí dentro), pulí las partes metálicas del chasis que se habían oxidado y las galvanicé en frío, lo conecté, y... evidentemente no funcionó.
Repasé todas las placas y comprobé que había tres fusibles fundidos. En realidad, eran dos, pero yo me encargué de que otro se fundiera. Tras reemplazarlos, lo conecto de nuevo y... ¡funcionó!

Por desgracia, este ordenador no tiene un sistema operativo en ROM, ni tampoco un BASIC ni nada similar. Tan solo una BIOS muy básica que se encarga de cargar la aplicación que deseemos desde cinta. Desde luego, el lector de cinta tampoco funcionaba.
Lo desmonté en busca del típico fallo de estas añejas unidades, las gomas de arrastre, y es que 40 años no pasan en balde. Este lector es bastante elaborado, y dispone de tres solenoides para activar funciones, en lugar de usar sistemas puramente mecánicos. De hecho, la apertura de la tapa del lector se activa mediante un cuarto solenoide. Volviendo a las poleas, el lector tiene nada menos que cuatro, una de ellas la principal, conectada directamente al motor, y otras tres. Tan solo una de ellas, la que activaba el contador, era funcional, estando rotas el resto.
Las reemplacé con las más similares que tenía por aquí, y por desgracia, la cosa no funciona. Tras poco más de un segundo en marcha, el cabezal se retira y el motor deja de girar.
Como ya no sé qué mirar, ni cómo repararlo, estoy pensando en puentear los cables que salen del cabezal de lectura para poder conectar un lector externo. Y en ese punto estoy ahora, aunque no sé si lo llegaré a hacer siquiera.
Tengo algunas fotos del bicho destripado. Si hay interés, las pongo.
